Una vez que conocemos cuándo podar, tenemos que conocer los distintos tipos de poda que se pueden realizar.
Poda de Formación
Es la poda que efectuamos a árboles en sus estados más jóvenes con el fin de crear una forma o estructura concreta.
Previamente debemos establecer cuál es la forma correcta que daremos al árbol y se irán eliminando las ramas no deseadas.
Poda de Fructificación
Consiste en realizar una poda, dependiendo de la especie de árbol frutal a podar, con el objetivo de equilibrar el número de yemas de flor con el número de yemas de madera, partiendo del principio de una pieza de fruta requiere cuarenta hojas maduras para desarrollar un tamaño adecuado y de calidad.
Adecuando este principio a cada especie de árbol frutal, habrá que realizar la poda acorde para la obtención de frutas de tamaño y calidades óptimas.
Poda de Floración
Para obtener una floración de calidad es necesario podar estos arbustos anualmente.
La poda diferirá en cada especie, siendo necesario saber cuáles son los requerimientos de poda de cada frutal.
Poda de Rejuvenecimiento
Las plantas que no han tenido un seguimiento y han sido abandonadas con el paso del tiempo han podido desarrollar un excesivo y anárquico volumen.
En estos casos puede ser que la planta descuidada se nos haya ido de escala y por tanto resulta necesario realizar un poda de rejuvenecimiento.
Reduciremos primeramente las ramas secas y entrecruzadas, eliminando las ramas más envejecidas y debilitadas.
Los cortes de ramas gruesas los realizaremos respetando una guía tirasavias.
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